Día de Europa: 50 años de paz, prosperidad y estabilidad
Benita Ferrero-Waldner*
Benita Ferrero-Waldner*
El 9 de mayo, Día de Europa, es el aniversario de la Declaración
Schuman. En un discurso pronunciado en París en 1950, el entonces ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Robert
Schuman, propuso un nuevo arreglo político para Europa cuyo objetivo era que la guerra entre naciones europeas sea
impensable.
Su visión y su previsión fueron confirmadas en marzo de este año cuando celebramos
el 50 aniversario de la Unión Europea, el cuerpo creado como resultado de esta famosa declaración.
Sin lugar a dudas ha sido un éxito espectacular. Durante 50 años sus miembros han gozado de niveles de paz,
prosperidad y estabilidad sin precedentes.
A lo largo de los años, la unión ha evolucionado para
convertirse en mucho más que un bloque de intercambio, coordinando las políticas comerciales de sus miembros
y estableciendo aranceles comunes. Hoy la Unión Europea es un proyecto político y económico que reúne
a 27 países europeos y a más de 490 millones de personas.
Sus ciudadanos pueden estudiar, trabajar
o vivir en otro país de la Unión Europea con un mínimo de requisitos y pueden disfrutar de los beneficios
sociales y de salud en cualquier lugar. El uso del pasaporte para viajar por Europa es cada vez menos necesario y la mayoría
de los ciudadanos comparten una moneda común.
La UE participa activamente en casi todos los sectores que
representan los mayores desafíos para la sociedad del siglo XXI. Somos un socio estratégico para diferentes
países a lo largo y ancho del mundo en temas tan diversos como el terrorismo internacional, el cambio climático,
el VIH/sida, y la resolución de los conflictos más arraigados.
Nuestra prosperidad nació de
una forma especial de cooperación regional que se desarrolló mano a mano con un mayor compromiso con la democracia,
los derechos humanos y el Estado de Derecho. Es esta experiencia -es decir, el secreto de nuestro propio éxito-, la
que pretendemos transmitir a los demás.
Todavía estamos desarrollando la política europea
común de relaciones exteriores. Sin embargo, ya somos el mayor donante del mundo, con el 60 por ciento de la ayuda
oficial al desarrollo. La Comisión Europea sola dona más de 7 mil millones de euros al año. Nuestro objetivo
es tratar de resolver la pobreza y brindar ayuda humanitaria donde esta sea requerida. Construimos asociaciones comerciales
y de inversión, brindamos todo nuestro singular conjunto de habilidades para ayudar a los países en etapa de
transición para ayudarlos a que también se beneficien de nuestra propia prosperidad y estabilidad.
Creemos que solo a través de las asociaciones se encontrará la solución a los problemas mundiales.
Es por eso que ponemos tanto énfasis en nuestras relaciones con nuestros socios alrededor del globo y es por eso
también que estamos tan comprometidos con las relaciones multilaterales.
La Unión Europea tiene una
densa red de acuerdos formales y más de 130 delegaciones en el mundo que tienen como objetivo cooperar con los países
en temas tales como el comercio, la energía, el cambio climático, los derechos humanos y el crimen internacional
organizado.
También estamos llevando a cabo misiones policiales y militares. Hemos desplegado a más
de 60 mil civiles y personal militar alrededor del mundo, brindando apoyo en las situaciones de crisis en el Medio Oriente,
África y el post-tsunami en Indonesia. Recientemente, durante mi visita a Guatemala, firmamos con el Gobierno guatemalteco
el memorando de entendimiento que define las líneas fundamentales de cooperación para los próximos seis
años. Asimismo, se procedió a la firma del Memorando de Entendimiento Regional con la Secretaría General
del Sistema de Integración Centroamericana para el período 2007-2013.
Por invitación de las
entidades competentes guatemaltecas en los próximos días estará presente en Guatemala una misión
preparatoria para la visita de una misión de observación electoral que seguirá el proceso electoral que
comenzó el 2 de mayo pasado. En los años a venir, continuaremos trabajando con nuestros amigos y socios en los
principales temas que afectan a todos: el cambio climático, la seguridad energética, la resolución de
conflictos y el manejo de las fuerzas de la globalización. También trabajaremos para promover los valores que
nos son caros y que creemos son la clave de nuestra propia prosperidad; respeto a los derechos humanos, democracia y Estado
de Derecho.
En este simbólico día reafirmamos el objetivo que nos impusimos para los próximos
50 años: utilizar nuestros logros de los últimos 50 años –bienestar, paz y experiencia– no
solo para mantener nuestros niveles de vida, sino también para el beneficio de los demás.
* Comisaria
de Relaciones Exteriores y Política Europea de Vecindad. Comisión Europea.
50 Aniversario del Tratado de Roma
Durante siglos
Europa ha sido una idea, una esperanza de paz y entendimiento. Esta esperanza se ha hecho realidad. La unificación
europea nos ha procurado paz y bienestar, ha cimentado nuestra comunidad y superado nuestras contradicciones. Cada miembro
ha contribuido a unificar Europa y a fortalecer la democracia y el Estado de Derecho. Gracias al ansia de libertad de las
gentes de Europa Central y Oriental, hoy se ha superado definitivamente la división artificial de Europa. Con la integración
europea hemos demostrado haber aprendido la lección de las confrontaciones sangrientas y de una historia llena de sufrimiento.
Hoy vivimos juntos, de una manera que nunca fue posible en el pasado.
Los ciudadanos y ciudadanas de la Unión
Europea, para fortuna nuestra, estamos unidos.
I
En la Unión Europea estamos haciendo
realidad nuestros ideales comunes: para nosotros el ser humano es el centro de todas las cosas. Su dignidad es sagrada. Sus
derechos son inalienables. Mujeres y hombres tienen los mismos derechos.
Nos esforzamos por alcanzar la paz y la libertad,
la democracia y el Estado de Derecho, el respeto mutuo y la responsabilidad recíproca, el bienestar y la seguridad,
la tolerancia y la participación, la justicia y la solidaridad.
En la Unión Europea vivimos y actuamos
juntos de manera singular, y esto se manifiesta en la convivencia democrática entre los Estados miembros y las instituciones
europeas. La Unión Europea se funda en la igualdad de derechos y la convivencia solidaria. Así hacemos posible
un equilibrio justo entre los intereses de los distintos Estados miembros.
En la Unión Europea preservamos la
identidad de los Estados miembros y la diversidad de sus tradiciones. Valoramos como una riqueza nuestras fronteras abiertas
y la viva diversidad de nuestras lenguas, culturas y regiones. Hay muchas metas que no podemos alcanzar solos, pero sí
juntos. Las tareas se reparten entre la Unión Europea, los Estados miembros, sus regiones y sus municipios.
II
Nos enfrentamos a grandes desafíos que no se detienen en las fronteras nacionales. La Unión
Europea es nuestra respuesta a ellos. Sólo unidos podemos preservar en el futuro nuestro ideal europeo de sociedad,
en beneficio de todos los ciudadanos y las ciudadanas de la Unión Europea. Este modelo europeo aúna el éxito
económico y la responsabilidad social. El mercado común y el euro nos hacen fuertes. Con ellos podemos amoldar
a nuestros valores la creciente interdepencia económica mundial y la cada vez más intensa competencia que
reina en los mercados internacionales. La riqueza de Europa se basa en el conocimiento y las capacidades de sus gentes; esta
es la clave del crecimiento, el empleo y la cohesión social.
Vamos a luchar juntos contra el terrorismo, la delincuencia
organizada y la inmigración ilegal. Y lo haremos defendiendo las libertades y los derechos ciudadanos
incluso en el combate contra sus enemigos. Nunca más debe dejarse una puerta abierta al racismo y a la xenofobia.
Defendemos
que los conflictos del mundo se resuelvan de forma pacífica y que los seres humanos no sean víctimas de la guerra,
el terrorismo y la violencia. La unión europea quiere promover en el mundo la libertad y el desarrollo. Queremos hacer
retroceder la pobreza, el hambre y las enfermedades. Para ello vamos a seguir ejerciendo nuestro liderazgo.
Queremos
llevar juntos la iniciativa en política energética y protección del clima aportando nuestra contribución
para contrarrestar la amenaza mundial del cambio climático.
III
La Unión
Europea se nutrirá también en el futuro de su apertura y de la voluntad de sus miembros de consolidar a
la vez juntos el desarrollo interno de la Unión Europea. Esta seguirá promoviendo también la
democracia, la estabilidad y el bienestar allende sus fronteras.
Con la unificación europea se ha hecho realidad
un sueño de generaciones anteriores. Nuestra historia nos reclama que preservemos esta ventura para las generaciones
venideras. Para ello debemos seguir adaptando la estructura política de Europa a la evolución de los tiempos.
Henos aquí, por tanto, cincuenta años después de la firma de los Tratados de Roma, unidos en el empeño
de dotar a la Unión Europea de fundamentos comunes renovados de aquí a las elecciones al Parlamento Europeo
de 2009.
Porque sabemos que Europa es nuestro futuro común.
Durante siglos Europa ha sido
una idea, una esperanza de paz y entendimiento. Esta esperanza se ha hecho realidad. La unificación europea nos ha
procurado paz y bienestar, ha cimentado nuestra comunidad y superado nuestras contradicciones. Cada miembro ha contribuido
a unificar Europa y a fortalecer la democracia y el Estado de Derecho. Gracias al ansia de libertad de las gentes de Europa
Central y Oriental, hoy se ha superado definitivamente la división artificial de Europa. Con la integración
europea hemos demostrado haber aprendido la lección de las confrontaciones sangrientas y de una historia llena de sufrimiento.
Hoy vivimos juntos, de una manera que nunca fue posible en el pasado.
Los ciudadanos y ciudadanas de la Unión
Europea, para fortuna nuestra, estamos unidos.
I
En la Unión Europea estamos haciendo
realidad nuestros ideales comunes: para nosotros el ser humano es el centro de todas las cosas. Su dignidad es sagrada. Sus
derechos son inalienables. Mujeres y hombres tienen los mismos derechos.
Nos esforzamos por alcanzar la paz y la libertad,
la democracia y el Estado de Derecho, el respeto mutuo y la responsabilidad recíproca, el bienestar y la seguridad,
la tolerancia y la participación, la justicia y la solidaridad.
En la Unión Europea vivimos y actuamos
juntos de manera singular, y esto se manifiesta en la convivencia democrática entre los Estados miembros y las instituciones
europeas. La Unión Europea se funda en la igualdad de derechos y la convivencia solidaria. Así hacemos posible
un equilibrio justo entre los intereses de los distintos Estados miembros.
En la Unión Europea preservamos la
identidad de los Estados miembros y la diversidad de sus tradiciones. Valoramos como una riqueza nuestras fronteras abiertas
y la viva diversidad de nuestras lenguas, culturas y regiones. Hay muchas metas que no podemos alcanzar solos, pero sí
juntos. Las tareas se reparten entre la Unión Europea, los Estados miembros, sus regiones y sus municipios.
II
Nos enfrentamos a grandes desafíos que no se detienen en las fronteras nacionales. La Unión
Europea es nuestra respuesta a ellos. Sólo unidos podemos preservar en el futuro nuestro ideal europeo de sociedad,
en beneficio de todos los ciudadanos y las ciudadanas de la Unión Europea. Este modelo europeo aúna el éxito
económico y la responsabilidad social. El mercado común y el euro nos hacen fuertes. Con ellos podemos amoldar
a nuestros valores la creciente interdepencia económica mundial y la cada vez más intensa competencia que
reina en los mercados internacionales. La riqueza de Europa se basa en el conocimiento y las capacidades de sus gentes; esta
es la clave del crecimiento, el empleo y la cohesión social.
Vamos a luchar juntos contra el terrorismo, la delincuencia
organizada y la inmigración ilegal. Y lo haremos defendiendo las libertades y los derechos ciudadanos
incluso en el combate contra sus enemigos. Nunca más debe dejarse una puerta abierta al racismo y a la xenofobia.
Defendemos
que los conflictos del mundo se resuelvan de forma pacífica y que los seres humanos no sean víctimas de la guerra,
el terrorismo y la violencia. La unión europea quiere promover en el mundo la libertad y el desarrollo. Queremos hacer
retroceder la pobreza, el hambre y las enfermedades. Para ello vamos a seguir ejerciendo nuestro liderazgo.
Queremos
llevar juntos la iniciativa en política energética y protección del clima aportando nuestra contribución
para contrarrestar la amenaza mundial del cambio climático.
III
La Unión
Europea se nutrirá también en el futuro de su apertura y de la voluntad de sus miembros de consolidar a
la vez juntos el desarrollo interno de la Unión Europea. Esta seguirá promoviendo también la
democracia, la estabilidad y el bienestar allende sus fronteras.
Con la unificación europea se ha hecho realidad
un sueño de generaciones anteriores. Nuestra historia nos reclama que preservemos esta ventura para las generaciones
venideras. Para ello debemos seguir adaptando la estructura política de Europa a la evolución de los tiempos.
Henos aquí, por tanto, cincuenta años después de la firma de los Tratados de Roma, unidos en el empeño
de dotar a la Unión Europea de fundamentos comunes renovados de aquí a las elecciones al Parlamento Europeo
de 2009.
Porque sabemos que Europa es nuestro futuro común.
Durante siglos Europa ha sido una
idea, una esperanza de paz y entendimiento. Esta esperanza se ha hecho realidad. La unificación europea nos ha procurado
paz y bienestar, ha cimentado nuestra comunidad y superado nuestras contradicciones. Cada miembro ha contribuido a unificar
Europa y a fortalecer la democracia y el Estado de Derecho. Gracias al ansia de libertad de las gentes de Europa Central y
Oriental, hoy se ha superado definitivamente la división artificial de Europa. Con la integración europea
hemos demostrado haber aprendido la lección de las confrontaciones sangrientas y de una historia llena de sufrimiento.
Hoy vivimos juntos, de una manera que nunca fue posible en el pasado.
Los ciudadanos y ciudadanas de la Unión
Europea, para fortuna nuestra, estamos unidos.
I
En la Unión Europea estamos haciendo
realidad nuestros ideales comunes: para nosotros el ser humano es el centro de todas las cosas. Su dignidad es sagrada. Sus
derechos son inalienables. Mujeres y hombres tienen los mismos derechos.
Nos esforzamos por alcanzar la paz y la libertad,
la democracia y el Estado de Derecho, el respeto mutuo y la responsabilidad recíproca, el bienestar y la seguridad,
la tolerancia y la participación, la justicia y la solidaridad.
En la Unión Europea vivimos y actuamos
juntos de manera singular, y esto se manifiesta en la convivencia democrática entre los Estados miembros y las instituciones
europeas. La Unión Europea se funda en la igualdad de derechos y la convivencia solidaria. Así hacemos posible
un equilibrio justo entre los intereses de los distintos Estados miembros.
En la Unión Europea preservamos la
identidad de los Estados miembros y la diversidad de sus tradiciones. Valoramos como una riqueza nuestras fronteras abiertas
y la viva diversidad de nuestras lenguas, culturas y regiones. Hay muchas metas que no podemos alcanzar solos, pero sí
juntos. Las tareas se reparten entre la Unión Europea, los Estados miembros, sus regiones y sus municipios.
II
Nos enfrentamos a grandes desafíos que no se detienen en las fronteras nacionales. La Unión
Europea es nuestra respuesta a ellos. Sólo unidos podemos preservar en el futuro nuestro ideal europeo de sociedad,
en beneficio de todos los ciudadanos y las ciudadanas de la Unión Europea. Este modelo europeo aúna el éxito
económico y la responsabilidad social. El mercado común y el euro nos hacen fuertes. Con ellos podemos amoldar
a nuestros valores la creciente interdepencia económica mundial y la cada vez más intensa competencia que
reina en los mercados internacionales. La riqueza de Europa se basa en el conocimiento y las capacidades de sus gentes; esta
es la clave del crecimiento, el empleo y la cohesión social.
Vamos a luchar juntos contra el terrorismo, la delincuencia
organizada y la inmigración ilegal. Y lo haremos defendiendo las libertades y los derechos ciudadanos
incluso en el combate contra sus enemigos. Nunca más debe dejarse una puerta abierta al racismo y a la xenofobia.
Defendemos
que los conflictos del mundo se resuelvan de forma pacífica y que los seres humanos no sean víctimas de la guerra,
el terrorismo y la violencia. La unión europea quiere promover en el mundo la libertad y el desarrollo. Queremos hacer
retroceder la pobreza, el hambre y las enfermedades. Para ello vamos a seguir ejerciendo nuestro liderazgo.
Queremos
llevar juntos la iniciativa en política energética y protección del clima aportando nuestra contribución
para contrarrestar la amenaza mundial del cambio climático.
III
La Unión
Europea se nutrirá también en el futuro de su apertura y de la voluntad de sus miembros de consolidar a
la vez juntos el desarrollo interno de la Unión Europea. Esta seguirá promoviendo también la
democracia, la estabilidad y el bienestar allende sus fronteras.
Con la unificación europea se ha hecho realidad
un sueño de generaciones anteriores. Nuestra historia nos reclama que preservemos esta ventura para las generaciones
venideras. Para ello debemos seguir adaptando la estructura política de Europa a la evolución de los tiempos.
Henos aquí, por tanto, cincuenta años después de la firma de los Tratados de Roma, unidos en el empeño
de dotar a la Unión Europea de fundamentos comunes renovados de aquí a las elecciones al Parlamento Europeo
de 2009.
Porque sabemos que Europa es nuestro futuro común.