Unión por el Mediterráneo
nace en
París con señal de paz para Oriente
Medio
Noticiero
Mundial- PARIS , Julio 13, 2008.
Los Líderes de 43 países de Europa, África y
Oriente Medio lanzaron el domingo en una cumbre excepcional en París la Unión por el Mediterráneo (UPM),
que busca alcanzar la paz entre árabes e israelíes y estrechar lazos entre naciones divididas por guerras y
siglos de historia.
"Teníamos un sueño, la Unión por el Mediterráneo es ahora una realidad",
celebró el presidente francés Nicolas Sarkozy, artífice del proyecto, al cierre de la cumbre organizada
en el majestuoso Grand Palais, ubicado entre el Sena y los Campos Elíseos.
Copresidido por el jefe de Estado
egipcio Hosni Mubarak, el encuentro logró reunir en torno a la misma mesa al presidente sirio Bachar Al Assad (marginado
durante mucho tiempo del escenario internacional), el primer ministro israelí Ehud Olmert, el presidente libanés
Michel Suleiman y su homólogo de la Autoridad Palestina Mahmud Abas.
Además, sirvió de excusa para
un fin de semana de múltiples contactos bilaterales y negociaciones a favor de la paz en Oriente Medio, marco en el
cual Sarkozy logró varios éxitos, empezando por el anuncio de Al Assad y Suleiman de un acuerdo para iniciar
relaciones diplomáticas.
A esto se sumó el domingo una reunión entre el israelí Olmert y
el palestino Abas. "Nunca hemos estado tan cerca de un acuerdo de paz", afirmó Olmert al final de ese encuentro
celebrado en el Elíseo bajo los auspicios del presidente francés.
"Hay que superar nuestros obstáculos,
hay que superar nuestras diferencias. Es en el Mediterráneo que nacieron las religiones del Libro. Es en torno del
Mediterráneo y en ninguna otra parte que deben reconciliarse", dijo Sarkozy al inicio de la sesión plenaria
que duró cuatro horas y concluyó con la adopción de una declaración final que sienta la bases
de la UPM.
Ese texto, duramente negociado en particular en los puntos referidos al proceso de paz de Oriente Medio,
pone el acento en el desarrollo de un plan "estratégico" para el Mediterráneo centrado en asuntos
concretos como la lucha contra la contaminación, el desarrollo de la energía solar y la seguridad civil.
De
su lado, el egipcio Hosni Moubarak hizo un llamamiento a "la paz en Oriente Medio" pidiendo a israelíes y
palestinos continuar sus negociaciones para lograr un acuerdo "total y global" que permita "instaurar el Estado
independiente palestino".
En total, 43 países que participan del proyecto: los 27 de la UE, 10 del este
y el sur de la cuenca del Mediterráneo -Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Marruecos, Mauritania, Siria,
Túnez Turquía, y el presidente de la Autoridad Palestina-, así como Albania, Croacia, Bosnia, Montenegro
y Mónaco.
Sólo el líder libio, Muammar Kadafi, boicoteó abiertamente esta "Cumbre de
París por el Mediterráneo", que representó a unos 800 millones de habitantes y cuyo objetivo declarado
es impulsar "un proyecto colectivo de desarrollo económico, de paz, de derecho y solidaridad" en la línea
del "Proceso de Barcelona" lanzado en 1995.
A la ausencia de Kadafi se sumó a último momento
la del rey de Marruecos, Mohammed VI, que envió a su hermano, el príncipe Mulay Rachid, y el de Jordania, Abdulá
II, así como la del primer ministro belga Yves Leterme.
Para Sarkozy, la nueva Unión debe permitir ganar
el combate contra el "terrorismo, el integrismo y el fundamentalismo", aunque para ello deberá superar duros
obstáculos, los mismos contra los que se estrelló en parte su precedente, el "Proceso de Barcelona".
En
ese sentido, y como una muestra de lo complejo de sentar a la misma mesa a dirigentes de países tradicionalmente enfrentados,
la presidencia francesa no organizó la "foto de familia", una costumbre en este tipo de citas.
Para
España, la cumbre de París fue un nuevo impulso al proceso iniciado en Barcelona trece años atrás,
como dijo el canciller español Miguel Angel Moratinos.
El presidente de gobierno español Jose Luis Zapatero
presentó ante sus homólogos la candidatura de Barcelona como sede del secretariado de la nueva Unión,
algo que también desean ciudades como Rabat y Túnez.