La Unión Mediterránea arrancará
en junio de 2008
Francia convoca una cumbre con todos
los países ribereños
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El
presidente francés, Nicolas Sarkozy, puso ayer fecha a su proyecto de Unión Mediterránea -arrancará
en junio de 2008- y fijó sus límites geográficos: abarcará a todos los países ribereños
del Mare Nostrum. Pero no desveló su contenido. Sarkozy pronunció ayer en Tánger el último discurso
de su visita a Marruecos.
Lo dedicó a esa Unión Mediterránea en la que la diplomacia
española percibe un intento francés de sacar del atolladero y asumir el liderazgo de la Conferencia euromediterránea
lanzada en Barcelona, en 1995, por Felipe González y su ministro Javier Solana.
"Invito a todos
los jefes de Estado y de Gobierno a reunirse en Francia, en junio de 2008, para sentar las bases de una unión económica,
política y cultural fundada sobre los principios de una estricta igualdad", declaró Sarkozy ante un auditorio
de empresarios. Su lenguaje se asemeja mucho al que hace 12 años utilizó González para presentar la Conferencia
de Barcelona.
Otra similitud es el espacio que abarca la Unión Mediterránea, el conjunto de
los países ribereños. Entre los factores que paralizaron el proyecto que nació en Barcelona figura el
conflicto palestino-israelí, que emponzoñó los trabajos. "Sarkozy no intenta evitar ese escollo
proponiendo un marco más reducido como podría ser Europa y el Magreb", se sorprendió un diplomático
español.
La principal originalidad del plan de Sarkozy sería su metodología, aunque
él no la mencionó ayer. Señaló que habría que "trabajar sobre una decena de proyectos".
Para avanzar se inspiraría en lo que fueron los inicios de la CEE, precursora de la UE. Para ello quiere poner en marcha
de cinco instituciones: un Banco de Inversiones Mediterráneo, una Agencia de Energía Nuclear, una Universidad
Mediterránea con programas de intercambio inspiradas en el Erasmus para potenciar los intercambios culturales, una
Agencia de Medioambiente y otra dedicada al espacio audiovisual.
Sarkozy, al que se le atribuye el deseo
de desmarcarse del entreguismo promarroquí de su predecesor, no dudó en dar a Marruecos la misma coba que Jacques
Chirac. En otro discurso, pronunciado por la mañana en Rabat ante el Parlamento, ensalzó la "ejemplaridad"
del reino alauí en el mundo musulmán y su "vigor democrático". "Francia estará
de vuestro lado", declamó Sarkozy.
Dio también un espaldarazo al plan de autonomía
para el Sáhara Occidental, al que tachó de "serio y creíble". El secretario general de la ONU,
Ban Ki-moon, entregó ayer en Nueva York un nuevo informe al Consejo de Seguridad. Sarkozy anunció también
que, cuando él encabece la UE en el segundo semestre de 2008, convocará una segunda conferencia euroafricana
sobre inmigración.
Nicolas Sarkozy consigue sacar adelante 'su Unión Mediterránea' con el apoyo de Merkel
'Barcelona no ha funcionado. Si hubiera funcionado se
sabría', dijo el presidente galo 'Sarko' ganó
el respaldo de la Comisión Europea, fundamental por su presupuesto Hasta Javier Solana, creador del Proceso de Barcelona, apoya ahora el cambio
'Barcelona
no ha funcionado. Si hubiera funcionado se sabría', dijo el presidente galo
'Sarko' ganó
el respaldo de la Comisión Europea, fundamental por su presupuesto
Hasta Javier Solana, creador del Proceso
de Barcelona, apoya ahora el cambio
BRUSELAS.- El Proceso de Barcelona, tras más de 12 años de
altibajos, cerca de 20.000 millones de euros invertidos, pocos resultados y alguna cumbre fallida, se convirtió anoche
en la Union para el Mediterraneo , un invento de París con un futuro incierto en manos de Nicolas Sarkozy.
Con el apoyo de la canciller alemana Angela Merkel, el presidente francés presentó el proyecto a sus colegas
en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete, que, pese a las críticas a su llegada a la reunión,
acabaron aceptando la creación de esta nueva organización, aunque el punto ni siquiera estaba en la agenda oficial
del Consejo Europeo.
, el presidente francés presentó el proyecto a sus colegas en la cumbre
de jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete, que, pese a las críticas a su llegada a la reunión, acabaron
aceptando la creación de esta nueva organización, aunque el punto ni siquiera estaba en la agenda oficial del
Consejo Europeo.
"Barcelona no ha funcionado. Si hubiera funcionado se sabría", explicó
Sarkozy, en rueda de prensa después de la medianoche. "Barcelona era buena idea, una buena intuición, pero
no ha producido todos los frutos que esperábamos", dijo el líder francés, quien se quejó
de que, pese a la fortuna invertida, Europa ha tenido hasta ahora "poca visibilidad política" en la región.
, explicó Sarkozy, en rueda de prensa después de la medianoche. "Barcelona era buena idea,
una buena intuición, pero no ha producido todos los frutos que esperábamos", dijo el líder francés,
quien se quejó de que, pese a la fortuna invertida, Europa ha tenido hasta ahora "poca visibilidad política"
en la región.
Según la última versión de la idea francesa, un país mediterráneo
de la UE presidirá la organización durante dos años junto a otro no comunitario, aunque el resto de los
Estados europeos también podrán participar a través del personal de apoyo, los directores generales.
La Unión Mediterránea, que contará, por insistencia de Merkel,
sólo con los fondos del Proceso de Barcelona, además de las inversiones privadas -una aportación
sarkozyana-, comenzará a funcionar el 13 de julio en París, en una cumbre al principio de la Presidencia francesa
de la UE.
, que
contará, por insistencia de Merkel,
sólo con los
fondos del Proceso de Barcelona, además de las inversiones privadas -una aportación sarkozyana-, comenzará
a funcionar el 13 de julio en París, en una cumbre al principio de la Presidencia francesa de la UE.
Pese
a la reticencia inicial, el inquilino del Elíseo ganó el respaldo de la Comisión Europea, fundamental
por su presupuesto de más de 7.000 millones de euros anuales para proyectos fuera de la UE. A cambio, la Comisión
seguirá teniendo un puesto privilegiado en la nueva estructura.
Sarkozy pretendía que la
organización quedara lo más lejos posible de Bruselas, fuente, según él, de todos los problemas
y del boicot habitual de los países árabes.
Hasta Javier Solana, creador del Proceso de Barcelona
en 1995 durante la Presidencia de turno española, cuando aún era ministro de Exteriores, apoya ahora el cambio.
"Todo lo que se pueda hacer para que las relaciones entre Europa y los países de la cuenca mediterránea
sean mejores y más profundas, se debe hacer", comentó el jefe de Política Exterior de la UE.
El papel de España
España se conforma
con cierto reconocimiento simbólico. Para insistir en la autoría española, los diplomáticos del
Gobierno subrayan que a Zapatero se le ocurrió meter la preposición en el nombre original avanzado por Sarkozy,
Unión Mediterránea, con que se conoce informalmente el proyecto, sobre todo por la traducción anglosajona.
'Sarko', que también recordó la aportación española, ha recogido la modificación
con las siglas UPM, que, seguramente, le recuerdan a las de su partido, UMP, Unión por un Movimiento Popular.
"España quiere reforzar este Proceso. Fuimos los que lo creamos... Ahora se trata de dar un
salto cualitativo", aseguró Alberto Navarro, secretario de Estado para la UE y quien comentó que los españoles
no tienen "celos" de Sarkozy, de cuyo "entusiasmo", se debe "coger lo que sirva para reforzar Europa".
Aún así, la ambiciosa idea del presidente francés, la que le obsesionaba desde que era candidato
presidencial, se ha visto rebajada por la presión de las instituciones de la UE para participar y las amenazas de Alemania
contra la exclusión de los países de tierra firme.
Sarkozy pretendía que la
organización quedara lo más lejos posible de Bruselas, fuente, según él, de todos los problemas
y del boicot habitual de los países árabes, que identifican a parte de sus miembros con el lobby israelí.
Además, el líder francés proponía una estructura amplia, con una decena de agencias especiales
y un banco de gestión de asistencia. De momento, se tratará sólo de una secretaría con una veintena
de personas, dos directores generales y dos presidentes.
, fuente, según él, de todos los problemas
y del boicot habitual de los países árabes, que identifican a parte de sus miembros con el lobby israelí.
Además, el líder francés proponía una estructura amplia, con una decena de agencias especiales
y un banco de gestión de asistencia. De momento, se tratará sólo de una secretaría con una veintena
de personas, dos directores generales y dos presidentes.
Romano Prodi, el 'agorero'
El
todavía primer ministro italiano, Romano Prodi, advirtió que la nueva estructura necesitará más
fondos. "Si no aumentamos los recursos, tendremos la misma frustración", comentó.
El destino
de la Unión Mediterránea dependerá de la habilidad diplomática de Sarkozy y del éxito,
sobre todo en cuanto a participación, de la cumbre de París en julio, en mitad del fracturado proceso de paz
en Oriente Medio.
Por ejemplo, como subrayó Navarro, uno de los grandes problemas será la
co-Presidencia de los mediterráneos sureños, ya que los árabes se oponen a que los represente
Israel, país que, en algún momento, tendría derecho al turno. "Los países del sur
van a decir que no la aceptan; se ha barajado en el pasado y no podrá salir adelante", comentó Navarro.
En cualquier caso, según el secretario de Estado español, es "bueno" que se "institucionalice"
el Proceso con más socios para controlar el diálogo y los posibles acuerdos comerciales o migratorios con los
vecinos del sur, desde el Norte de África hasta Turquía y los Balcanes.
Hasta ahora, sólo
la Comisión Europea se ocupaba de gestionar el dinero y los foros junto con las presidencias de turno de la UE. Sin
embargo, con el nuevo sistema, habrá una fuerza permanente de personal de Estados miembros y del Consejo que
los representa.
La misión crucial de cualquier iniciativa, más allá de la
estabilidad política, será intentar salvar la brecha de renta entre las dos orillas del Mediterráneo,
la más pronunciada en el mundo: La diferencia entre la española y la marroquí, por ejemplo, es de 12
a 1.
Ante los críticos de su optimismo en un experimento que no es nuevo, Sarkozy, cansado después
de una larga jornada, replicó: "Todos los problemas no se van a solucionar esta noche, pero esto ya es
un paso".
Sarkozy quiere integrar en la Unión Mediterránea a 25 países
El organismo estará abierto además a otros socios de la UE que quieran participar
El organismo estará abierto además a otros socios de la UE que quieran participar
Aunque rodeada
de reticencias, la idea del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de crear una Unión Mediterránea (UM)
avanza. Francia plantea la UM como una organización de 25 países, los 22 ribereños del Mediterráneo
más Portugal, Jordania y Mauritania, y abierta a todos los socios de la Unión Europea (UE) que quieran participar.
La apertura a todos los miembros de la UE obedece, sobre todo, a las exigencias de Alemania, cuya cancillera,
Angela Merkel, ha criticado abiertamente el proyecto de Sarkozy. En su última entrevista, en París, Sarkozy
intentó tranquilizar a Merkel, pero la cancillera no salió muy convencida. De ahí que no deje de repetir,
como hizo hace una semana en Berlín, que toda "cooperación reforzada" entre ciertos países
de la UE --para Alemania, la UM se inscribe en esa política comunitaria-- debe estar "abierta a todos" los
socios porque, si no, hay un riesgo de división en Europa, con Alemania mirando al este y Francia hacia el sur. También
Italia y España han puesto condiciones por lo que Sarkozy abordará hoy el tema en Roma con los respectivos jefes
de Gobierno, Romado Prodi y José Luis Rodríguez Zapatero.
PROCESO DE BARCELONA
Francia
niega que haya peligro de división. "Podemos agrupar a los estados mediterráneos sin dividir Europa",
afirmó a primeros de mes, en una respuesta parlamentaria, el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Jean-Pierre
Jouyet. "El Mediterráneo es, después de Europa, nuestra segunda área de solidaridad. Sin embargo,
es la única zona del mundo que no dispone de una organización multilateral", agregó.
Los
países reticentes y la Comisión Europea no entienden la creación de la UM cuando, desde 1995, ya existe
el proceso de Barcelona. Fuentes diplomáticas francesas insisten en que su intención es "complementar"
o "despertar" el moribundo proceso de Barcelona, que ha demostrado haber alcanzado sus límites.
Francia quiere, en consecuencia, ir más allá, aunque las mismas fuentes no aciertan a explicar los motivos
por los que la nueva UM sí que podrá superar el estancamiento de la política mediterránea de la
UE, paralizada en buena parte por la asignatura pendiente de la resolución del conflicto árabe-israelí.
La UM no aspira, por descontado, a resolver el conflicto, sino a aportar un grano de arena y contribuir al acercamiento de
las posiciones, se limitan a señalar las fuentes.
La diplomacia francesa prepara para la primera quincena
de junio del año próximo el lanzamiento de la UM. Francia asegura que todos los países ribereños
son favorables a la UM, excepto Turquía. En esa fecha, se celebrará en Marsella una cumbre informal de jefes
de Estado y de Gobierno. La UM tendrá una presidencia rotatoria --la primera será ocupada por Francia-- y un
pequeño secretariado encargado de preparar los próximos encuentros. Las citadas fuentes reconocieron que la
primera cumbre se ha fijado en junio para separarla de la presidencia francesa de la UE, que se inicia en julio.
FÒRUM Y EXPO
Pero todos los contenidos de la UM propuestos por Francia, caben en el proceso de Barcelona.
Por eso desde el Gobierno español se entiende la nueva organización como un foro que aporte ideas a ese proceso,
una visión alejada de las pretensiones de París.
La diplomacia francesa se esfuerza en encajar
una de las ideas faro de Sarkozy. Sin embargo, salvando las distancias, este encaje recuerda al que hubo que hacer con el
invento del Fòrum de les Cultures por parte de Pasqual Maragall cuando, en realidad, ya existían las exposiciones
universales. En este caso, la Unión Mediterránea sería el Fòrum, y la Expo, el proceso de Barcelona.