Israelíes y palestinos reavivan proceso de paz en Conferencia
de Annapolis-EE.UU
Tras siete años de estancamiento en el conflicto de Oriente Medio, Israel y la Autoridad Palestina
llegaron hoy a un acuerdo para reabrir las negociaciones y sellar la paz antes de que finalice el 2008. El acuerdo se produjo en el seno de la Conferencia de Paz celebrada en la Academia Naval de Annapolis,
cerca de Washington, una cita que en los últimos meses ha sido promovida con empeño por el Gobierno del presidente
estadounidense George W. Bush.
El propio Bush fue el encargado de leer, en la apertura de la conferencia, el contenido
de la declaración conjunta que suscribieron el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, y el presidente de la Autoridad
Palestina, Mahmud Abás.
Los dos líderes, según el texto conjunto, entienden que el proceso
de paz debe pasar por la creación de un Estado palestino, independiente y soberano, que viva en paz y seguridad con
su vecino, Israel.
Por ello, se comprometen a avanzar en este camino, a través de reuniones quincenales
que comenzarán el próximo 12 de diciembre, y que deberán concluir en un acuerdo antes de trece meses,
coincidiendo con el final del mandato del presidente Bush, según reza el comunicado conjunto.
Además
del calendario, la nota contiene compromisos como el que se refiere a 'poner fin al derramamiento de sangre' y propagar
la 'cultura de la paz y la no violencia'.
Expresa también la necesidad de 'confrontar el terrorismo
y la incitación al terrorismo, ya sea cometida por los palestinos o los israelíes'.
El compromiso
alcanzado hoy indica que las conversaciones que comenzarán de inmediato se llevarán a cabo 'de buena fe'
y con la vista puesta en 'concluir un tratado de paz que resuelva todos los asuntos pendientes'.
La secretaria
de estado de EEUU, Condoleezza Rice, puso final a la jornada con una declaración en la que advirtió que ambas
partes deben hacer 'duros sacrificios' en las conversaciones de paz ya que 'fracasar no es una opción'.
A su vez, Rice recordó que la reunión de hoy en Annapolis solo marca el nuevo comienzo de un 'nuevo
proceso' de conversaciones que estaban estancadas desde el 2000 y que aún queda mucho trabajo por delante.
Por su parte, en su discurso inaugural en la jornada matutina, el presidente Bush se comprometió a dedicar su esfuerzo,
en lo que le queda de mandato, para lograr la 'ambiciosa meta' de iniciar el camino hacia la paz.
'Les
doy mi compromiso personal para apoyar su trabajo con los medios y la decisión del Gobierno estadounidense', indicó
tajante el mandatario, quien se mostró convencido de que llegará un día 'cuando la libertad dé
paso a la paz' que desean y 'la tierra que es sagrada para muchos verá la luz de la paz'.
A
su vez, indicó que para lograr la libertad y la paz tanto israelíes como palestinos 'tendrán que
tomar decisiones estrictas' y que tanto Olmert como Mahmud 'están dispuestos a afrontar temas difíciles'.
Por su parte, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se mostró hoy satisfecho por las posibilidades
de paz que se han abierto en Annapolis, aunque insistió en que solo será posible si se produce un cese total
de la ocupación israelí.
En este sentido, precisó que Israel debe estar básicamente
dispuesto a 'poner fin a la ocupación de todos los territorios que están ocupados desde 1967, lo que incluye
Jerusalén Este, así como el Golán Sirio, y la zona del Líbano que sigue ocupada'.
Además, Israel debe estar dispuesto a 'resolver todos los otros asuntos relacionados con el conflicto, especialmente
con la cuestión de los refugiados palestinos, en toda su vertiente política e humanitaria'.
No
obstante, Abás se mostró optimista sobre el resultado de las negociaciones.
'No me estoy excediendo
si digo que nuestra región permanece ante una encrucijada que separa dos fases históricas, la fase previa a
la conferencia de Annapolis, y la fase posterior', sostuvo.
El primer ministro israelí compartió
este optimismo, al asegurar que 'ha llegado el momento' de alcanzar la paz y que Israel 'la quiere'.
'Vine aquí, pese a las preocupaciones, las dudas y los titubeos, para decirle a usted, presidente palestino,
Mahmud Abás, y a través suyo a su gente y todo el mundo árabe, que ha llegado el momento', dijo Olmert.
'Queremos la paz, exigimos acabar con el terror, la incitación y el odio. Estamos dispuestos a realizar
un compromiso doloroso para llegar a todas estas aspiraciones', afirmó el primer ministro israelí, quien
reconoció ser consciente de 'todos los obstáculos que aún quedan en el camino'.
La
jornada de hoy termina con un punto y seguido que continuará mañana con la reunión de Bush con Olmert
y Abás, por separado, y otro encuentro tripartito.
Los Estados Unidos Intermedia Platicas de Paz
Hay muchas expectativas y pocas esperanzas puestas en la conferencia de paz en Oriente Medio que se
abre el martes 27 en la ciudad americana de Annapolis (Maryland). En la primera columna se incluye nada menos que iniciar,
de verdad, el principio del fin de la consecución de un arreglo definitivo entre Israel y los palestinos, con la nítida
meta de un estado propio para éstos. En la segunda está todo lo demás, en resumen, la deplorable situación
que viven los palestinos y la exacerbación de los peligros que amenazan a Israel. Una y otros convertirían
la paz en algo de extraordinaria conveniencia para ambos, pero la profunda desunión y el caos palestino de un lado
y la extrema suspicacia israelí ante la asunción de cualquier riesgo del otro, hacen casi imposible las necesarias
concesiones de cada parte, más aún, el moderado realismo en las demandas. Es
dogma de fe por estas latitudes que Israel ha incumplido todas las resoluciones de la ONU que le conciernen. Al menos una
no, habría que reconocer, la que creaba el estado judío, porque, para quienes fingen olvidarlo, Israel es una
creación de Naciones Unidas contra la que los árabes palestinos, que no tenían entonces nada ni remotamente
parecido a una conciencia nacional propia, se levantaron en armas con el apoyo de todos sus vecinos.
Y la realidad
es que así ha seguido siendo hasta hoy día, sin excepción. Con la boca pequeña, una parte de los
palestinos, los que gravitan en torno a Al Fatah, se han mostrado dispuestos a reconocer el estado de Israel... de momento. Los seguidores de Hamás vuelven las tornas, rechazando con rotundidad cualquier reconocimiento, pero
magnánimamente se dicen prestos a concederle una tregua de hasta diez años, mientras se preparan para su destrucción.
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